sábado, 15 de mayo de 2010

Velas en noche!

Las horas oscuras
pasan despacio
para el que está asustado,
deprisa
para el que tiene prisa,
pero nunca a tu gusto.
Y mientras miro el reloj
y cuento los minutos que quedan
me doy cuenta del tiempo pasado,
en parte perdido,
en parte vivido.
Y reflexiono acerca de ello,
que soy, que seré...
Y pienso en hace unos años,
pocos o muchos
dependiendo de quien los cuente
y me da miedo mirarme al espejo y no reconocerme.
Que queda de mi?
de aquella dulce niña,
traviesa,
inocente, ingenua?
que queda?
El reflejo y nada más,
Y aun de eso tengo dudas
Porque al verme no se siquiera
si los ojos que me miran son los mismos
que miraban
o si es que la experiencia
te cambia la mirada.
Y entre años, minutos y tiempo,
gasto un poco escribiendo,
reflexionando sobre la vida
y al fin y al cabo sobre la muerte,
porque no ha vida que acabe sin muerte
ni muerte que empiece sin vida.
Y ante estraña paradoja y
juego de palabras
mi mirada en el espejo cambia,
pero el reflejo y el recuerdo
permanecen para siempre.

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